domingo, 5 de junio de 2022

Consejos para mantener a raya el dolor de espalda

Un 80 % de las personas ha sufrido o sufrirá dolores de espalda a lo largo de su vida; constituye, tras los resfriados, el segundo motivo de consulta en atención sanitaria primaria. Las causas más habituales son los problemas osteoarticulares (41,2 %) y los hábitos profesionales (19,1 %), aunque en un 23 % delos casos se desconoce la causa exacta de unas molestias que se manifiestanprincipalmente en la región lumbar. Entre la población joven, suelen producirsepor alteraciones posturales, sobreesfuerzo o situaciones de estrés, mientras que con la edad surgen otros desencadenantes, como los cambios degenerativos óseos.

consejos para mantenerlo a raya el dolor de espalda

Doce consejos para mantener a raya el dolor de espalda

1. Intenta no dormir boca abajo.

2. Evita sentarte bruscamente y hazlo en una silla con el respaldo recto.

3. Al coger peso desde el suelo, flexiona las rodillas, acerca dicho peso al cuerpo y luego levántalo.

4. Si tienes sobrepeso, trata de reducirlo para evitar la carga excesiva en las articulaciones de espalda, cadera y rodillas.

5. En las actividades cotidianas, vigila nque la espalda soporte la menor carga posible.

6. Evita realizar movimientos bruscos al levantarte de la cama.

7. Intenta no permanecer largos periodos de tiempo sentado delante del ordenador.

8. Evita mantenerte de pie inmóvil.

9. Realiza actividades físicas de forma regular, siempre que no te causen dolor.

10. Lleva a cabo diariamente ejercicios específicos para mejorar el tono muscular y la estabilidad articular.

11. Llevar una dieta sana y equilibrada

12. Evitar el tabaco 

 

 

Cuándo debes consultar con un médico

En la mayoría de los casos, el dolor de espalda mejora progresivamente con el tratamiento en el hogar y el cuidado personal, generalmente en unas pocas semanas. Contacta con tu médico si tu dolor de espalda:

  • Persiste después de un par de semanas

  • Es intenso y no mejora con el descanso

  • Se extiende a una o ambas piernas, especialmente si se prolonga por debajo de la rodilla

  • Provoca debilidad, entumecimiento u hormigueo en una o ambas piernas

  • Está acompañado de pérdida de peso sin causa aparente