La equinácea es una planta originaria de Norteamérica, era
empleada por los indios para tratar mordeduras de serpientes y heridas. La
equinácea es una gran aliada en invierno
ya que ayuda a aumentar las defensas y a combatir infecciones
Fue el Dr. Meyer en el siglo XIX quien dio a conocer sus propiedades curativas tras convivir con este pueblo. Desde entonces se ha convertido en un aliado para reforzarnos frente a infecciones.
ASÍ SON LAS PROPIEDADES CURATIVAS
DE LA EQUINACEA
La equinácea tiene dos grandes virtudes: aumenta Las defensas y tiene una acción desinfectante contra hongos, bacterias y virus. Hay estudios que apuntan que aumenta la producción de interferón, sustancia que bloquea los virus. También es antiinflamatoria y cicatrizante.
Por ello la equinácea se aconseja para:
Trastornos respiratorios. Se utiliza
especialmente en los trastornos
infecciosos de las vías respiratorias como amigdalitis, bronquitis, faringitis,
gripes u otitis.
Diarreas. Ayuda a tratar Las diarreas causadas
por infecciones gracias a su acción contra los patógenos y sus virtudes cicatrizantes.
Infecciones urinarias. Combate
las bacterias que suelen provocarlas.
Prevenir enfermedades infecciosas. Al aumentar
las defensas, reduce la incidencia y
duración de estas dolencias, por eso es útil en época de frío, sobre todo en
personas más débiles, niños o ancianos.
Aplicaciones externas. Por sus propiedades
desinfectantes y cicatrizantes, acelera la curación de problemas cutáneos
(abscesos, úlceras, herpes, heridas y llagas).
Es una planta segura pero se han
observado leves reacciones alérgicas, como erupciones en la piel o mareos.
No se aconseja en personas
trasplantadas o en trastornos autoinmunes.
MANUAL DE USO
De la equinácea se emplea la raíz
y la planta entera, presentadas en polvo y extractos secos (cápsulas o
comprimidos). También se encuentra en extractos líquidos como planta única o
formando parte de otras combinaciones de plantas.
Durante la infección aguda hay
que tomar de 350 a 500 mg de extracto seco, o bien de 20 a 30 gotas de extracto
líquido en agua, de 1 a 3 veces al día (un mínimo de 7 y un máximo de 30 días).
Como prevención o si hay
infecciones de repetición. La dosis es de 250 a 500 mg de extracto seco, o de
15 a 25 gotas de extracto líquido, de 1 a 2 veces al día, durante 30-45 días.
Se descansa 15 días y se repite el tratamiento.
Tratamientos cortos: La equinácea
no se debe utilizar para uso interno duran te más de 2 meses sin hacer un
descanso de 15 días ya que perdería su poder estimulante sobre la inmunidad.
Muchas gracias por la información.Muy buen post.
ResponderEliminarMuy útil.
Gracias
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